Lo bueno de ver grandes finales de slam es que los tenistas siempre te pueden sorprender, sucedió ayer en la finalísima del Us open donde Nadal logró su segundo título.
Lo que se pudo ver durante todo el torneo sucedió en la final, el español jugando pletórico, a una velocidad en sus golpes de fondo que apenas puedes colocarte, solo correr.
Mientras Djokovic en mi opinión, está mentalmente bastante saturado y lo peor de todo lo demuestra demasiado para satisfacción de Nadal.
El primer set fue un claro ejemplo, empezó dominando Nadal 2/1, jugándole de tú a tú al serbio quién a lo mejor pensó que haciendo gestos a la grada se liberaría de todos sus males.
Los dos están jugando golpes muy rápidos, sin dar tiempo a que el rival pueda respirar, pero Djokovic siempre es el primero en tener prisas y suele perder los puntos por precipitarse, Yo personalmente eso lo achaco a falta de confianza para ganar a Nadal, es más, ahora Djokovic juega un poco retrasado en la línea de fondo mientras es Nadal quien juega sus golpes pisando la línea. Cuando Nadal domina no tiene prisas, asume que el serbio corra y llegue a bolas imposibles, entiende que eso es parte de un desgaste para terminar ganando el partido, ahora es Nadal quien vuelve a tener una buena mentalidad. Djokovic no, a la que el español hace su famoso alarde en los desplazamientos, el serbio desespera y juega al todo o nada en versión mala.
6/2 Nadal jugando un tenis muy superior, dejando a Djokovic sin respuesta con su derecha paralela y un revés bastante sólido.
Los golpes del serbio han perdido un poco de profundidad, cambia mucho los gestos en la derecha, cuando lo ideal es siempre tener un mismo golpe, eso le ocurre al serbio cuando está sin confianza. Tampoco es normal que Djokovic desaproveche tantas bolas de break seguidas, en el segundo set 1/0 y 15-40 al resto y el serbio lo pierde incomodado por los puntos largos e inhumanos que le ofrece Nadal sabedor de que Djokovic los teme.
Pero de tanto tirar derechas a la ruleta rusa, muchas terminan entrando y Nadal afloja un poco con su revés, demasiado cerca de la bola, no puede sacar bien los brazos, 4/2 Djokovic que se adelanta con el punto de todos los puntos, el padre y la madre de todo lo que se podía hacer en una pista de tenis, 54 golpes de una intensidad descomunal, un tuya y mía constante y diabólicamente bello, tremendo Djokovic 6/3 2ºset, recordando al que tenía tomada la medida a Nadal.
La inercia la mantiene el serbio hasta el 3/1 del 3º set, jugando bien sus derechas secas y frías hacia la derecha zurda de Nadal, pero el serbio no confía en sí mismo como en el pasado, los sets se le hacen largos igual que en la final de Wimbledon ante Murray, pierde ventajas impensables como la del 4/4 y 0-40 al resto con un Djokovic excesivamente nervioso quizá consciente de que no puede aguantar el ritmo, en un deporte individual como el tenis si notas que no aguantas la intensidad, entran las prisas y fallas golpes que no deberías por no hablar del partido mental .
Nadal que es todo un experto en situaciones límite, se ha dado cuenta y mantiene la calma mental, pero en lo que se refiere a tenis continua sometiendo al serbio a un trabajo agotador por toda la pista, demostrándole que si él mueve la bola Djokovic no tiene nada que hacer, solo correr, cansarse y cabrearse, además de comprobar cómo la derecha paralela de Nadal está en todo su esplendor.
Es muy probable que si los juegos se terminasen en 30 en vez de 40 más un punto, el que tendría 13 Majors sería el serbio, es digno de estudio todas las oportunidades que Djokovic desaprovecha, esto recuerda a las semifinales de Roland Garros y Montreal.
Nadal está jugando con una confianza insultante, vuelve a sentir que domina al serbio en el cómputo global de los partidos. Cuando Nadal atacaba transmitía una seguridad en las direcciones y velocidad de la que carecía Djokovic, el serbio cuando llevaba la iniciativa siempre fallaba alguna bola a media pista, terminaba mal la derecha o no hacía la pausa correcta para ver donde se desplazaba Nadal.
Lo que ocurre es que Nadal le ha quitado a Djokovic la confianza a base de tenis, golpes ganadores, posicionamiento en la línea de fondo, intensidad y no desmayarse ante las dificultades, justo lo que logró el serbio en todo el 2011 y la memorable final Open Australia 2012 de la mano de Igor Cetojevic, como no vuelva a contar con la ayuda del psicólogo y doctor, me parece que Djokovic tendrá que esperar a que las lesiones vuelvan a llamar a la puerta de Nadal.
Mientras tanto Federer reza ante los 13 grand slam que tiene Nadal, dicen que rezar es bueno y eso es lo único que le queda a Federer.
A Nadal parece todavía le quedan unas cuantas cosas que decir en las pistas de los grand slam y en su particular infierno del Master Mundial, pero eso os lo cuento otro día que si no me vetan el blog por ser honesto y purista del tenis.
ANTONIO DOMÍNGUEZ