Ver jugar a Simon, puede producirte los dos extremos, no gustarte por su tenis excesivamente defensivo, sus partidos largos pues suele apurar hasta el set definitivo, pero también se puede disfrutarlo, entender que por la fisonomía de su cuerpo, brazos y piernas muy delgadas en un tenis actual donde imperan los tenistas con bastante músculo, saber valorar su tenis de estrategia, su magnífica defensa, hay que ganarle a Simon los puntos y partidos dos veces, seguro que Almagro no lo olvidará.
La final empezó con un ritmo muy fuerte, me sorprendió que Simon empezase tan agresivo, buscando paralelos tan ganadores, posiblemente no quería que desde el principio Almagro estuviese muy cómodo sobre la pista, en cambio Almagro durante los primeros juegos juega continuamente derechas cruzadas, cierto que el revés de Simon en muy bueno, pero si a un jugador tan inteligente como Simon le enseñas las cartas tan rápido, no lo mueves ni se desgasta físicamente, puede que en los momentos importantes del set, mantenga una frescura mental superior a la tuya, para mí eso es lo que ocurrió, en el primer set 5/4 Simon y 0-40 al saque después de un magnífico pasante de revés paralelo de Almagro, pero Simon no se altera, juega punto a punto y termina remontando el juego y por supuesto ganando el set.
En cambio Almagro es exuberante en todo, sus golpes están llenos de potencia, grita mucho cuando impacta con la bola, se enfada o anima de forma excesiva, pero para mí el detalle más negativo que tiene es que está muy pendiente de si el rival mira los botes de las bolas, de si la bola me ha botado mal, etc etc, lo bueno de jugar a esos niveles es que hay juez de silla y jueces de línea, Simon es libre de preguntar todas las bolas que quiera y si encima nota y es muy listo y seguro lo notó, que a Almagro eso lo pone nervioso, a cada bola mínimamente dudosa pedirá el bote. La diferencia entre el 6/4 Simon del primer set y el 6/4 Almagro del segundo set, es que Almagro ha variado más su repertorio de golpes, ahora no todo son golpes profundos con mucha fuerza, en este segundo set cuando tenía muy alejado a Simon, utilizaba muy bien las dejadas, eso sí que cansó a Simon, sacarle de la zona donde se defiende con tanta solvencia, para atraerlo a la red, llevan dos sets y dos horas de juego, con puntos interminables, así que el desgaste es muy grande.
El primer juego del tercer set dura 8 minutos y Simon logra romper el saque de inicio, son puntos oscuros y largos como la tierra de Hamburgo, ese panorama favorece a Simon. Almagro necesita cambiar y acortar los puntos aun sabiendo que pueda cometer algún fallo más, eso ocurre en los juegos siguientes, van 3/2 Simon y los juegos que ha ganado Almagro han sido rápidos, con dejadas y saque potentes, pero Simon tiene un break y una cabeza magnífica, sabe luchar, hace de la defensa todo un arte, sus finos brazos al final parecen tentáculos que llegan a todas las bolas y envuelven al rival para que no pueda desplegar su juego y termine completamente hundido y cabreado. Simon gana 6/4-4/6-6/4 y demuestra al mundo que por suerte hay otro tenis que también merece todo el respeto del mundo, aunque Simon engaña, cuando quiere suelta unos planazos para cambiar el ritmo que te dejan atónito, justo como se quedó Almagro cuando se dio cuenta que había perdido la final, mientras Simon con sus finos brazos levantaba el trofeo de campeón en Hamburgo.
Antonio Domínguez
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